Aries su Carácter
El Aries mitológico es el vellocino de oro, llamado Crisómalo en la mitología. Una creación de los dioses Hermes y Zeus enviada a salvar a dos infortunados niños en la antigua Grecia. Sacrificado más tarde, su piel fue colgada como un tesoro mágico casi imposible de obtener.
Y así es Aries: nunca está quieto. Aries es el primer signo del horóscopo, el momento en el que también empieza la primavera, el momento en que todo explota. Y por ser el primero, no es de extrañar que sea el signo del "ego", del "yo". Es un signo de gente llena de fuerza, valentía y constante sentido de superación movido por esa fuerza interior y guerrera que nace de su afirmación del "yo" y de, claro, la influencia de su planeta Marte. Aries quiere, ante todo, vencer los obstáculos que se le presentan, haciéndolo de una forma aventurera y procurando no dudar ni siquiera un momento. No reconoce como impedimientos para lograr sus fines a otras personas ni cosas. Por eso, en las relaciones humanas, puede llegar a ser realmente desconsiderado, irreflexivo y nada diplomático. Aries confía en sus fuerzas, aún a riesgo de morir en el intento.
Y Aries exige lo mismo a los demás y no entiende la falta de voluntad de otros signos. Pero un Aries jamás mostrará su decepción en la superficie, si puede evitarlo. Los Aries prefieren caer muertos antes de mostrar debilidad. Aries no sabe mentir. Lo que muestra es lo que es. Van directamente al grano, sin vacilaciones.
De Aries no hay que esperar sutileza, tacto ni humildad.
También anda escaso de paciencia. Aries es muy directo, por decirlo sin exagerar. Es frecuente que los nativos de Aries creen más riqueza para otros que para sí mismos. La cólera de los Aries se desencadena con la velocidad del sonido, pero por lo general ha desaparecido antes de que su víctima se haya enterado de que era lo que la provocaba. La gente de Marte es incapaz de aceptar la derrota: ni siquiera la reconoce, aunque les esté mirando en la cara. Se adaptan rápidamente a nuevas situaciones porque pueden olvidar el pasado con facilidad. Aries es el que abre caminos, el que siempre lleva adelante a los otros hacia una meta imposible, su fe es pura y férrea sin asomo de hipocresía ni codicia. Luchan contra lo que les parece una injusticia, y no se avergüenzan de expresar sus opiniones. Un Aries estará en los primeros lugares de la carrera que ha elegido, o dedicado a un negocio propio.
En caso contrario, se le reconocerá fácilmente por el descontento que demuestra al verse forzado a someterse a otros. Aries solo llega al liderazgo si empieza por respetar a quienes por su capacidad están por encima de él. A pesar de su agresividad, Aries puede ser el más cálido y generoso de todos los signos solares. El carnero típico se sentirá tan cómodo y se mostrará tan auténtica mente afectuoso comiendo con reyes como con mendigos. No les resulta difícil ganarse la simpatía popular, pese a lo cual no son buenos políticos debido a su impulsividad y sinceridad.
Cuando se decide a ayudarle a uno en una situación difícil, Aries no vacilará ante ningún esfuerzo. Pero eso sí, hay que demostrarle gratitud porque si no aprecia sus agotadores esfuerzos, se sentirá profundamente herido.
Y Aries exige lo mismo a los demás y no entiende la falta de voluntad de otros signos. Pero un Aries jamás mostrará su decepción en la superficie, si puede evitarlo. Los Aries prefieren caer muertos antes de mostrar debilidad. Aries no sabe mentir. Lo que muestra es lo que es. Van directamente al grano, sin vacilaciones.
De Aries no hay que esperar sutileza, tacto ni humildad.
También anda escaso de paciencia. Aries es muy directo, por decirlo sin exagerar. Es frecuente que los nativos de Aries creen más riqueza para otros que para sí mismos. La cólera de los Aries se desencadena con la velocidad del sonido, pero por lo general ha desaparecido antes de que su víctima se haya enterado de que era lo que la provocaba. La gente de Marte es incapaz de aceptar la derrota: ni siquiera la reconoce, aunque les esté mirando en la cara. Se adaptan rápidamente a nuevas situaciones porque pueden olvidar el pasado con facilidad. Aries es el que abre caminos, el que siempre lleva adelante a los otros hacia una meta imposible, su fe es pura y férrea sin asomo de hipocresía ni codicia. Luchan contra lo que les parece una injusticia, y no se avergüenzan de expresar sus opiniones. Un Aries estará en los primeros lugares de la carrera que ha elegido, o dedicado a un negocio propio.
En caso contrario, se le reconocerá fácilmente por el descontento que demuestra al verse forzado a someterse a otros. Aries solo llega al liderazgo si empieza por respetar a quienes por su capacidad están por encima de él. A pesar de su agresividad, Aries puede ser el más cálido y generoso de todos los signos solares. El carnero típico se sentirá tan cómodo y se mostrará tan auténtica mente afectuoso comiendo con reyes como con mendigos. No les resulta difícil ganarse la simpatía popular, pese a lo cual no son buenos políticos debido a su impulsividad y sinceridad.
Cuando se decide a ayudarle a uno en una situación difícil, Aries no vacilará ante ningún esfuerzo. Pero eso sí, hay que demostrarle gratitud porque si no aprecia sus agotadores esfuerzos, se sentirá profundamente herido.
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